martes, 29 de mayo de 2012

ADONIS-Ali Ahmad Said, POEMAS PARA ARMAR EL CORAZÓN

https://sites.google.com/site/adonisantologiaarmada/
ESTE LUNS, 4 DE XUÑO  NA BIBLIOTECA MUNICIPAL DE FERROL TEMOS UNHA CITA CO POETA VIVO MAIS REPRESENTATIVO da poesía arabe de hoxe.
علي أحمد سعيد (أدونيس)
لون الماء
 
لونكَ لونُ الماء
يا جَسَدَ الكَلامْ
حين يكون الماءْ
خميرةً أو صاعقاً أو نارْ
 
وَاشْتعَلَ الماءُ وصارَ صاعقاً وصارْ
خميرةً ونارْ،
نَيُلوفراً
يسْألُ عن وسادتي
ينامْ...
يا نَهَرَ الكَلامْ
سافرْ معي يومين، جمعتين في خميرة الأسرارْ
نلتقطُ البحارَ، أو نسْتكشف المحارْ
نُمطرُ ياقوتاً وآبنوساً
نعرفُ أنَّ السّحرْ
جنّيةٌ سوداءْ
ترفضُ أن تعشقَ غير البَحرْ.
سافرْ معي واظهرْ هنا... وغِبْ هنا...
واسألْ معي يا نَهَرَ الكَلامْ
عن صَدفٍ يموتُ كي يَصيرْ
سحابةً حمراءْ
تُمطِرُ،
عن جزيرهْ
تَسيرُ أو تطيرْ،
وَاسألْ معي يا نَهَرَ الكلامْ
عنِ نجمةٍ أسيرهْ
بين شِباكِ الماءْ
تحمل تحت ثديها
أياميَ الأخيرهْ.
واسألْ معي يا نهرَ الكلامْ
عن حجرٍ ينبُعُ منه الماءْ
عن موجةٍ يولد منها الصّخرْ
عن حيوان المِسكِ، عن يَمامةٍ من نورْ
واهبطْ معي في شَبك الدّيجورْ
في القاع،
حيثُ الزّمنُ المكسورْ
وَلْيكنِ الكلامْ
قصيدةً تلبَس وجهَ البَحْر. 
EL COLOR DEL AGUA
Tu color es el color del agua,
oh cuerpo del lenguaje
allí donde el agua es
levadura, rayo o fuego.
 
El agua se enciende y se convierte en rayo, se convierte
en levadura y en fuego,
en nenúfar
que pide mi almohada
para dormir...
Oh río del lenguaje,
viaja conmigo dos días, dos semanas por la levadura de los secretos,
recogeremos mares, descubriremos madreperlas,
lloveremos rubíes y ébano,
aprenderemos que la magia
es un hada negra
que no se enamora más que de el mar.
Viaja conmigo, aparece aquí... desaparece allí...
y pregunta conmigo, oh río del lenguaje,
por la concha que muere para convertirse
en nube roja
de lluvia,
en isla
que camina o vuela,
pregunta conmigo, oh río del lenguaje,
por una estrella cautiva
en las redes del agua
que lleva entre sus pechos
mis últimos días.
Pregunta conmigo, oh río del lenguaje,
por una piedra de la que brota el agua,
por una ola de la que nace la roca,
por el animal del almizcle, por una paloma de luz.
Desciende conmigo por el tragaluz de las tinieblas
al lugar
donde habita el tiempo roto
para que el lenguaje sea
un poema que se viste con el rostro del mar.


Y porque Adonis?
En 1942, Ali tiene doce años, el presidente visita una pequeña ciudad vecina. El joven quiere ir a verle, pero su padre se lo niega. No obstante, el pequeño se va. Uno tiene que ser desobediente en el momento adecuado. En principio el guardaespaldas del presidente le ahuyenta. Ali grita que quiere recitar un poema. El presidente le llama. Hoy en día le tienen a un tal mocoso en un puño y le llevan a la cárcel y incluso puede recibir una zurra. En aquel época no. Temblando como un flan recita sus primeros poemas. El presidente está muy impresionado. Le pregunta al joven cómo puedo recompensarle. Quiero estudiar dice Ali Achmed.
Y así ocurre. Ali va a la escuela secundaria, en Siria en estos años, en 1942, todavía es la escuela francesa, la arabización viene después. La lógica republicana de la Mission Laïque Française sigue marcándolo. Hoy en día es, por ejemplo, un feroz adversario del velo. Oculta más la mente que la cabeza, opina.
No tiene más que diecisiete cuando toma el seudónimo por el cual será conocido: Adonis. Este nombre pertenece a la historia más vieja de Siria, siglos antes de que el islam se instala en el país.
Adonis pertenece a la mitología griega y los Griegos le han adoptado de los Fenicios. Adonis era el hijo de un rey y era de un belleza deslumbrante. Afrodita ( Venus, si esto es más claro), pues la diosa del amor, se enamoró del guapo. No obstante, durante la caza, Adonis fue devorado por un jabalí. Una flor, el anémona rojo, creció de la sangre del cuerpo de Adonis. Según una de las historias que conocemos, el amante muerto dejaría cada primavera el Averno para estar con Afrodita. Llega en la primavera y anuncia, como el anémona, vida nueva, creciente.

(EL SUEÑO)
En mi sangre habita una fábula
de argumento confuso en su comienzo.
Pero puedo aspirar en ella, como en las colinas
del lugar donde crecí, un aroma de manzanas y
y jazmines.
Cual si brotaran sus letras de una roca
en el monte, manantial de agua clara.

Fábula que conmigo caminas
por las sendas del tiempo primero,
no eres sino sueño prodigioso
que nubla mis párpados, vela mis ojos.
Para esclarecer lo que no está claro,
En mi pecho resuena su misterio.
    

lunes, 28 de mayo de 2012

ADONIS, nuestro poeta para el primer lunes de JUnio

ADONIS EN ESPAÑOL
Adonis nació en el norte de Siria, en una familia alauí. Durante su infancia trabajó en el campo, pero ya en aquella época su padre le recitaba poesías, que le hacía memorizar. Adonis pronto mostró facilidad para la composición, y en 1947, con 17 años, tuvo la oportunidad de recitar un poema delante del presidente sirio Shukri al-Kuwatli; esto supuso su ingreso en una escuela de Latakia y después en la Universidad de Damasco, donde se licenció en Filosofía en 1954.
Pese a lo que se ha afirmado, el seudónimo de «Adonis» no se lo impuso el líder del nacionalismo sirio, Antun Saadeh, sino que fue el propio Ali Ahmad quien lo eligió tras haber visto sus obras rechazadas en varias revistas bajo su nombre real. En 1955, Said estuvo preso durante seis meses por ser miembro del Partido Social Nacionalista Sirio. Tras su liberación, se instaló en Beirut, donde fundó, junto con el también poeta Yusuf al-Khal, la revista Shi'r (‘poesía’). A partir de este momento, Adonis abandonó el nacionalismo sirio, para abrazar el panarabismo, al tiempo que renunciaba a buena parte de la carga política en sus obras.
Said recibió una beca para estudiar en París entre 1960 y 1961. Entre 1970 y 1985 fue catedrático de literatura árabe en la Universidad del Líbano. En 1976, fue nombrado profesor invitado en la Universidad de Damasco. En 1980, emigró a París para escapar de la Guerra Civil Libanesa, y durante unos años fue profesor de árabe en la Universidad de la Sorbona.[cita requerida]

FRAGMANTO DE EPITAFIO PARA NUEVA YORK


Epitafio para Nueva York



I



Hasta ahora hemos dibujado la Tierra como una pera.
                                            Es decir como un pecho.
Pero entre el pecho y la Tierra
no hay más que un artificio de ingeniería:
                                               NUEVA YORK,
cultura con cuatro pies. Cada distrito es un crimen
y un camino hacia el crimen. En la distancia
entre uno y otro, el lamento de los ahogados.

NUEVA YORK,
mujer, estatua de mujer
que alza en una mano un harapo llamado libertad,
una hoja de papel que llamamos historia,
mientras con la otra estrangula a una niña
cuyo nombre es Tierra.

NUEVA YORK,
cuerpo color de asfalto. Cinturón húmedo le ciñe las caderas,
            ventana cerrada su rostro... Me dije: Walt Whitman
            podrá abrirla –“Yo pronuncio la palabra prístina”–.
            Pero esa palabra no la oye más que un dios que no
            ha vuelto en lugar del poeta. Los encarcelados, los
            esclavos, los desesperados, los ladrones, los enfermos
            salen a borbotones de su garganta sin canal ni
            boca. Grité: ¡Puente de Brooklyn! Pero ése es el
            puente que une a Whitman con Wall Street, a la hoja
            de hierba con el papel del dólar...

NUEVA YORK / HARLEM
¿Quién viene en guillotina de seda, quién va en ataúd a lo
            largo del Hudson? ¡Derrámate, temporal del llanto!
            ¡Estrecháos, cosas del dolor! Rosas, jazmines, lo
            azul, lo amarillo y la luz afilan sus agujas y en la
            punzada nace el sol. ¿Ardiste, ay, herida oculta entre
            muslo y muslo? ¿Llegó a ti el ave de la muerte y
            escuchaste el último estertor? Una soga y el cuello
            trenzan la tristeza. En la sangre, la hiel del tiempo...

NUEVA YORK / MADISON / PARK AVENUE / HARLEM
El ocio imita al trabajo, el trabajo imita al ocio. Los corazones
            están hinchados como esponjas y las manos, llenas
            de aire como cañas. De los cubos de basura y las
            máscaras del Empire State, el tiempo levanta olores
            que se prenden de latas de conserva, latas:
                        No es ciega la mirada, sino el rostro.
                        No son yermas las palabras, sino la lengua.
NUEVA YORK / WALL STREET / 125 STREET / 5th AVENUE
Un espectro en forma de Medusa se alza entre hombro y
hombro. Mercado de esclavos de todos los sexos.
Los hombres viven como plantas de invernadero.
Miserables, invisibles penetran como el polvo en la
trama del espacio, víctimas de la sífilis:
            El sol es un cortejo fúnebre.
            El día es un atabal negro.





II



Aquí,
en la cara musgosa de la roca del mundo
no me han visto más que un negro al que iban a matar
y un pájaro que iba a morir.
Pensé:
Toda planta que habita un tiesto rojo crece,
mas yo me alejo del umbral.
Y leí:
Que las ratas en Beirut y en otras partes
se pasean burlonas por la seda de la Casa Blanca,
se arman con el papel de los documentos,
roen a la humanidad.
Que los cerdos que aún quedan en el huerto del alfabeto
hollan la poesía.

Y vi,
dondequiera que estuve:
Pittsburgh (International Poetry Forum);
John Hopkins (Washington); Harvard
(Cambridge, Boston); Ann Arbor (Michigan,
Detroit); Club de la Prensa Extranjera,
Círculo Árabe en la Sede de la O.N.U.
(Nueva York); Princeton, Temple (Filadelfia)

Vi
el mapa árabe como un caballo que golpea pesadamente el
suelo con sus cascos. Con alforjas que cuelgan como
el tiempo sobre la tumba o sobre la tiniebla más sombría,
sobre el fuego apagado o sobre el fuego que se
apaga. Mapa que descubre la alquimia de la otra dimensión
en Kirkuk y El Zahrán, en todo lo que hay
tras esas fortalezas de la Afro-Asia árabe. Ya madura el
tiempo en nuestras manos. ¡Ah!, preparamos la Tercera
Guerra y organizamos el Primer Departamento y el Segundo
y el Tercero y el Cuarto, para asegurarnos de que:
1. En aquel distrito hay un recital de jazz.
2. En esta casa hay un individuo que no tiene más que
    tinta.
3. En ese árbol canta un pájaro.
Y para advertir que:
            1. El espacio se doblega con la reja y con el muro.
2. El tiempo se doblega con la soga y con el látigo.
3. El Orden que construye el mundo es el que comienza
    con el asesinato del hermano.
4. El sol y la luna son dos monedas que fulguran bajo
el trono del Sultán.

Y vi
nombres árabes en la anchura de la tierra más convexa que
el ojo, nombres árabes que brillan como una estrella
fugaz “que no tienen progenitores y sus pasos son sus
raíces...”

Aquí
en la cara musgosa de la roca del mundo, sé y acepto. Recuerdo
una planta que llamo vida o pueblo mío,
muerte o pueblo mío –Aire helado como las sábanas,
rostro que mata el juego, ojo que ahuyenta la luz–.
¡Y soy el primero en lanzarme contra ti, ah, pueblo
mío!
      Bajo a tu infierno y grito:
      ¡Verteré sobre ti un elixir ponzoñoso
      y te daré larga vida!

Y confieso: Nueva York, tienes en mi país la tienda y el
lecho, la silla y la cabeza. Y todas las cosas a la
venta: el día y la noche, la piedra de La Meca y el
agua del Tigris. Pero advierto: a pesar de ello, jadeas
exhausta en tu intento de vencer en Palestina, en Hanoi,
en el Norte y en el Sur, en el Este y en el Oeste,
a hombres que no tienen más historia que el fuego.

Y digo: Desde Juan el Bautista, cada uno de nosotros lleva
            su cabeza cortada en un plato y espera su segundo
            nacimiento.





III



¡Desmoronáos, estatuas de la libertad! ¡Ah, alfileres clavados
en el pecho con una ciencia que imita la sabiduría de
las rosas! El viento sopla otra vez desde el Oriente y
arranca la loma de las tiendas y los rascacielos. Y
hay dos alas que escriben:
            Un nuevo alfabeto se alza en los montes de
                        Occidente.
            Y el sol nace de un árbol del jardín de Jerusalén.

Así enciendo mi llama. Comienzo de nuevo, moldeo y defino:
            Nueva York,
mujer de paja cuyo lecho se mece en el vacío.
Ya el techo se quiebra: cada palabra es el signo de
            una caída,
cada vocal es un pico o una pala.
Y a derecha e izquierda hay cuerpos que quieren
            cambiar el amor,
la vista, el oído, el olfato, el tacto.
Y para ello abren el tiempo como si derribaran
            una puerta
y en las horas restantes improvisan el sexo,
la poesía, la moral, la sed, la palabra,
el silencio.
Y destierran por siempre los cerrojos.

Incito a Beirut y a sus ciudades hermanas
            a que salten del lecho y cierren tras ellas las puertas
del recuerdo. Que se acerquen,
que se prendan a mis poemas y cuelguen el azadón
en el portillo del huerto, las flores en la ventana.
¡Consúmete en el fuego, historia de los cerrojos!

Dije: incito a Beirut.
– “Busca la acción. La palabra ha muerto”, dicen otros.
La palabra ha muerto porque vuestras lenguas abandonaron
la costumbre de la voz por la costumbre del gesto.
¿La palabra? ¿Queréis descubrir su fuego? Entonces,
escribid. Digo que escribáis; no digo que gesticuléis,
no digo que copiéis. Escribid. Del Atlántico al Golfo
Árabe no oigo una voz, no leo una palabra. Oigo
sólo un recuento de votos. Por eso no veo a nadie
que vaya derramando fuego.

La palabra es la más ligera de las cosas y lleva en sí todas
las cosas. La acción es un lugar, un instante. La palabra
es todos los lugares, todo el tiempo. La palabra
–la palma de la mano–, el sueño:
      ¡Te hallaré, oh fuego, protector mío!
      ¡Te hallaré, oh poesía!

Incito a Beirut. Ella me viste a mí y yo la visto a ella.
Galopamos como el rayo y preguntamos: ¿Quién lee,
quién ve algo aquí? Los Phantom de Dayyán y el
petróleo corren a su morada. Mao no se equivocó
–verdad de Dios–: “Las armas son un factor muy
      importante en la guerra, pero no el decisivo. El
      factor decisivo es el hombre, no las armas”. Y
      aquí no hay victoria ni derrota definitivas.

Repetí, al modo árabe, esta sentencia en Wall Street, donde
corren desde sus fuentes lejanas ríos de todos los
colores. Y entre ellos vi a los ríos árabes llevando
millones de cadáveres, víctimas y ofrendas al Gran
Ídolo. Al bordear el Chrysler Building para volver a
las fuentes, ríen entre las víctimas estrepitosamente
los marineros.

Así enciendo mi llama.
Habitemos el clamor negro
para llenar nuestros pulmones con el aire de la historia.
Alcémonos en los ojos negros, cercados como tumbas,
para vencer al eclipse.
Viajemos en la cabeza negra
para escoltar al sol que llega.


domingo, 20 de mayo de 2012

CELEBRANDO OS DIAS DA NOSA LINGUA








agora o vento trátate coma un leproso
arráncate de ti
e veste de mañá cedo
sen aquela parte tan túa
que á alba acollía o descanso das andoriñas.

pasou a primavera concentrada
no seu traballoso anoar de brotes
marcando con cruz vermella as portas de todo o que florecería
salve regina
e antes de irse
miroute con compaixón baixou a vista e choveu o seu último ballón
o que dá a cada flor o seu perfecto estilo
salve regina salve.



atemorízate a sombra que xa non tés?
o sol busca os teus ángulos antigos
de verdade intenta

pero xa chegou ese día
en que a túa cortiza espectral
ve os nenos do pasado xogando nas túas pólas
xa te quedaches frío meu rei
entraches na palidez
e a morte é un monocromo irreversible a ausencia de toda color.

si
a ti
atemorízate a sombra que xa non tés.


a gravidade mantente en pé por pena
pon as súas maus por baixo da túa raíz
humildemente
foi ela quen viu
os miles de formigas no seu éxodo o insecto crepuscular
dicíndoche adeus
emocionado.

a gravidade ponche
as súas maus por baixo.


aínda has de tardar
en comprender
qué é o que che pasa.
oes cada vez máis lonxe o tuntún do corazón do grilo
a carne perturbada da cadela en cío o rosado olor da zorra
e xa case non percibes ese intre de tal temor
que todo ten antes de abrir o día
pregúntaste
interrogas a madeira
as vetas que naceron antes despois os teus inxertos
apelas ós teus círculos que gardan en segredo a túa idade

miras
desesperado o pequeno berce que foi feito cunha parte de ti
suplicas
e suplicas
pouco importa
xa ves
ninguén responde.


acaso o único que sentes
é que te estás facendo exterior a ti.
con qué aflición
se alongan os teus brazos decrépitos
que non esperan nada
es unha catedral
es unha catedral
sentenciada pola esclerose.



a neve doéche se cae

manca ata a tardiña que pode pasar pensando nas súas cousas
pode ferirte o espirro da fécula
e ser unha tortura
o pestanexo dun astro e o peor o peor sen dúbida
o abrazo mortal dun neno que che rodea o tronco cos seus braciños.

a neve volveuse en verdade
un peso
insoportable.


non se aparta de ti este cáliz
o inverno ensáñase contigo todos o vemos
introducir coitelas de xeada nas túas cicatrices.

con paciencia
agardou
ano
tras
ano
a verte así
estás
tan
bil
que
case
non
es
tás
.
.
.
abátese sobre ti
non te deixa refolegar baixo o seu zarpazo
a Aguia Imperial do frío
que alardea das inclemencias do seu espírito.
é a maldita estación do odio
que cumpre
a súa palabra
e o seu ciclo.


o paxaro que fixo en ti o seu niño
xa ve partir as súas crías medradas
é o efecto migratorio de calquera alma madura.
tamén da túa.
amén.


o carballo mide
desde sempre
a súa sombra
o seu esplendor comparándose contigo
hoxe
lanza unha landra ó outro lado do abismo
o trazado infinito da curva
en memoria túa.


o nome do meu primeiro amor escrito a navalladas sobre ti
e a túa pel
sentimental
a única que entendeu que aquelas letras rudimentarias
eran un alfabeto sagrado.
amén.


non se deixa abstraer a túa imaxe
no bosque a túa misericordia move as copas coma un vento lixeiro
non es símbolo de nada que non sexas ti
árbore soa pobre pequena bestia
que fas ulular a terra e a min
amén amén dinos quén somos.


qué absorto estás
mentres a peste
acaba de roer a última folla
do teu credo caducifolio
e eu só non rezo ante ti porque non rezo ante nada.


pero a noite é capaz de expirar por ti.
tantas veces deixou o seu sono colgado dunha galla
mentres facía os seus traballos escurecendo a herba
tantas veces viches cómo remexía coas súas maus suxas
o subconsciente dos homes
tantas
que a noite non aguanta sen ti
e o seu amor inconfesado
é capaz de tirarse ó día por un barranco
a noite diche amén e chora sobre o meu ombro
como a primeira viúva da historia vestida toda de loito.


é o destino de todos un brazado de leña?
a pira ritual que purifica antigas dores?
o alimento do lume
a calcinación do rancor
e á fin un pó lixeiro
suspendido do ar
ó que só se lle concede o raciocinio xusto
pra obedecer o vento e saber gardar
as súas partículas
coma un rabaño tan dócil.


dígoche amén e a orde de corazón para que partas
e non mires atrás onde quedan á vista as túas raíces
e todo o teu ser seco dígoche amén tamén a pedra gra cho di
e a ánima que busca o grao de ouro na tulla do trigo amén
dígocho a ti
amén
tamén a min mo digo
no rictus que me ha ver morta
un día pola mañá calquera
xusto por onde empeza o mundo a chover
a aira natal de todos
os que se van contigo
dígoche a ti amén
tamén
a min
mo digo.

jueves, 10 de mayo de 2012

Valentín Paz Andrade

Valentín Paz Andrade
Valentín Paz Andrade naceu o 23 de abril de 1898 en Lérez (Pontevedra) e morreu en Vigo o 19 de maio de 1987. Está enterrado no seu Lérez natal. Escolarizouse en Pontevedra e posteriormente estudiou a carreira de Dereito en Santiago. foi sempre membro activo da vida universitaria. Nos seus tempos de estudiante inicia a súa aproximación ó galeguismo, guiado nos seus postulados teóricos polo feito que supuxo a creación das Irmandades da fala.
Aínda moi xove, Paz Andrade, evidencia un especial talento periodístico. Colabora en diferentes revistas como Grial, Outeiro ou O Ensino. Nos seus artigos aborda temas de lingua e literatura, dedicándolle unha especial atención á figura de Castelao, ó que coñece nesa época.
Foi mobilizado polo Desastre de Annual e enviado a África. Posteriormente, debido a unha infección, é evacuado á península e declarado inútil para o exército.
A partir de 1921 exerce de avogado en Vigo. Entre 1922 e 1926 dirixe nesta cidade o xornal Galicia, unha alternativa liberal e democrática que aglutinaba destacadas personalidades da vida e a cultura galegas, entre elas a Castelao, quen aportaba os seus debuxos e as súas caricaturas. En 1924 pasa dous meses na cadea de Vigo, por dous artigos que publicara. En 1957 volve outro mes á cadea. O xornal Galicia, co que xurdiu a gran escola de caricaturistas galegos, foi pechado pola dictadura de Primo de Rivera.
Milita no Partido Galeguista, na formación do cal participa. En 1931 preséntase con Castelao e Cabanillas ás cortes constituíntes, non saíndo elexido por unha diferencia de poucos votos. En 1934 é nomeado Secretario do Partido Galeguista, en substitución de Castelao, que fora desterrado a Badaxoz. En 1936 colabora na campaña polo Estatuto de Galicia. Nesta época asesoraba como avogado ás asociacións de armadores pesqueiros. Sofre dous atentados, o primeiro en Vigo, o segundo en Verín, onde fora desterrado logo do alzamento franquista. Trasládano despois á Serra de Queixa e Pobra de Trives, onde coñece a Pilar, coa que casa en 1939. Anos máis tarde regresa a Vigo, sen que ninguén lle comunicase o fin do seu desterro.
En 1940 nace o seu fillo Alfonso. Mantén contactos cos republicanos e despois da morte de Castelao en 1950 relaciónase cos emigrantes e exiliados galegos en Arxentina e intensifica a súa relación co mundo da pesca e a súa colaboración coa FAO. En 1976 e 1977, despois da morte do Dictador, representa a Galicia na "Comisión dos dez", que negociou a transición co goberno español presidido por Adolfo Suárez, e nas eleccións democráticas que teñen lugar ese último ano foi elexido senador por Pontevedra dentro das listas da Candidatura Democrática Galega. En 1978 pronuncia o discurso de ingreso na Real Academia Galega, da que é membro desde 1964.
Valentín Paz Andrade, xa desde moi cedo, demostrou unha viva preocupación polos temas pesqueiros e pola máis xeral problemática socioeconómica de Galicia. Impulsor de Pescanova, empresa da que foi vicepresidente, e técnico da FAO, foi o primeiro especialista español proposto por esta organización das Nacións Unidas para misións internacionais en Hispanoamérica. Tamén, dentro deste eido, dirixiu a revista de economía e tecnoloxía Industrias pesqueras e é o autor do primeiro tratado sobre Principios de economía pesquera, editado pola FAO. Destaca tamén a súa faceta de conferenciante e participante en numerosos congresos internacionais da ONU sobre agricultura e alimentación.
Poeta da Xeración de 1925, iníciase na literatura en 1921 coa publicación da novela Soldado da morte. En 1955 aborda o eido da poesía con Pranto matricial, no que evoca a morte de Castelao. Continuará esa liña en Sementeira do vento (1968), libro no que canta á paisaxe, ás xentes, ó exilio e ós poetas galegos. Cen chaves de sombra (1979) e Cartafol de homenaxe a Ramón Otero Pedrayo (1986) son as dúas últimas obras poéticas. Ademais das múltiples contribucións a libros e publicacións periódicas, é autor tamén dos ensaios Galicia como tarea (1959), La anunciación de Valle-Inclán (1976), La marginación de Galicia (1970), A galeguidade na obra de Guimarães Rosa (1978) e Castelao na luz e na sombra (1982), unha das máis completas biografías do autor de Rianxo.
Como promotor que é dos estudios económicos en Galicia, publicou numerosas obras sobre o mundo da pesca e a actividade económica en Galicia.
Valentín Paz Andrade, desde hai pouco tempo, dálle nome ó noso Instituto. Un pequeno pero merecido tributo a un galego para o que, en palabras de Xosé Filgueira Valverde, "Galicia, foi sempre, na vida e nos froitos, norte das rutas, meta dos pensamentos, ánimo de vizosos traballos.

domingo, 6 de mayo de 2012

cita con las proclamas poeticas (Mañana siete de Mayo)

Mañana siete de Mayo, leeremos en nuestra querida Biblioteca, que tan amablemente Carmen pone a nuestra disposición ( Y la gentileza de las personas que con ella trabajan), leeremos y urgaremos en las proclamas poeticas que cada año acompañan nuestra SEMANA DE POESÍA SALVAXE.
Manifiesto
POESÍA ÚTIL


Cansados, aburridos, decepcionados de la poesía que se escribe en la España de fin de siglo XX (con el justo respeto a las contadas excepciones redentoras), por instinto de resurrección poética decimos No. No queremos una poesía domada por las tendencias dominantes. Queremos una poesía en estado salvaje, libre. No queremos una poesía aséptica, de sonsonete, mimética. No queremos poemas de tubo de ensayo, ni poemas lúdicos que camuflan la trampa. No queremos una poesía profesoral escrita por doctos iniciados para los elegidos de la secta. Arremetemos contra la abulia, contra el sopor, contra la palabrería, contra el ombliguismo lingüístico, en un mundo que se descompone por la carcoma de su incapacidad para pensar y repeler la agresión de la Gran Anestesia. Rechazamos la poesía elaborada para obligar al lector a estudiar el diccionario, la poesía personalista de valor terapéutico exclusivo para su autor, la poesía de fanatismo culturalista y esteticista, la humorada, la banalidad de pensamiento y la frivolidad en el tratamiento de los sentimientos y las emociones. Abajo la poesía de hueco alarde ingenioso, voz impostada y palabra estéril.

Propugnamos una poesía heredera de la tradición mejor asimilada, abierta a caminos nuevos en la forma y en los temas. Una poesía sencilla, clara, rotunda, directa, honda, intensa y grave, cargada de intención. Que atraviese la inteligencia, queme en los ojos y en los oídos, estrangule el corazón, produzca escalofrío en el conocimiento y fustigue la conciencia agitándola, haciéndola reaccionar, moviéndola a la reflexión y a la acción. Una poesía habitable, testimonio radicalmente sincero de la experiencia vital e intelectual, de nuestra convivencia con la realidad del existir y con la idea de la muerte. Defendemos una poesía útil que, además de objeto de belleza, sea sujeto de conducta. Que sirva al ser humano: moralmente, para vivir; culturalmente, para ensanchar y afianzar su saber; y estéticamente, para gozar. Una poesía que tenga los pies en la tierra, comprometida con el destino de las mujeres y hombres de su tiempo. Que busque elevar el lenguaje coloquial a la categoría de lenguaje poético, y consiga que la verdad particular de su mensaje alcance validez universal. A esta poesía (firma en su poder de insinuación y de sorpresa) conviene una mínima dosis de didactismo que haga eficaz su interés por regenerar los valores del espíritu y del arte, así como su afán rehabilitador de la imaginación, la voluntad, la sensibilidad y la razón crítica de unos lectores cuya recuperación hemos de demostrar merecer sin otras armas que la propia obra.

Ángel Guinda

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