martes, 17 de febrero de 2009

Tomas Segovia, en la Biblioteca


sábado, 7 de febrero de 2009

Gregory Corso

Oh Bomba en la cual todas las cosas preciosas
morales y físicas participan ansiosamente
Oh copo de hada cosechado desde el
árbol más grande del universo
Oh trozo del cielo que ofrece
tanto a la montaña y al hormiguero un sol
Estoy derecho ante tu fantástica puerta de lirio
te llevo de rosas Midgardian almizcle Arcadia
Reputados cosméticos de las muchachas del cielo
Dame la bienvenida no tengas miedo de abrir tu puerta
ni la gris memoria de tu fantasma frío
ni los chulos de clima indefinido
su cruel deshielo terrestre
Oppenheimer está sentado
en el oscuro foco de Luz
Fermi está seco en la Mozambique de la Muerte
Einstein su boca de mito
una corona de pies de cabra sobre la cabeza del calamar lunar
Déjame entrar Bomba levántate desde este rincón preñado de ratas
no tengas miedo de las escobas levantadas ni de las naciones del mundo
Oh Bomba te quiero
Quiero besar tu repiqueteo metálico comer tu bum
Tú eres un canto de gloria un cénit del chillido
un lírico sombrero del Señor Trueno
Oh haz resonar tus rodillas de tanque
BUM BUM BUM BUM BUM
BUM vosotros cielos y BUM vosotros soles
BUM BUM vosotros lunas vosotros estrellas BUM
vosotros noches BUM vosotros días vosotros BUM
BUM BUM vosotros vientos vosotros nubes vosotros lluvias
Hizo BANG vosotros lagos vosotros océanos BING
Barracuda BUM y puma BUM
Ubangui BANG orangután
BING BANG BONG BUM abeja oso babuino
vosotros BANG vosotros BONG vosotros BING
la cola la aleta el ala
Sí Sí entre nosotros una bomba caerá
Las flores botarán de placer por sobre sus doloridas raíces
Los prados se arrodillarán orgullosos bajo los aleluyas del viento
Florecerán Bombas rosa Bombas de alce revivirán sus orejas
Ah muchas bombas ese día dedicarán al pájaro una mirada amable
A pesar de todo no es necesario decir que una bomba caerá
o incluso afrontar que el fuego celestial se apaga
Sabed que la tierra hará una madona de la Bomba
que en los corazones de los hombres que vienen más bombas nacerán
bombas magistrales envueltas en armiño todas maravillosas
y se sentarán cataclac sobre los imperios gruñones de la tierra
feroces con mostachos de oro

generación beat+jack kerouac

Motor de la historia Freno del tiempo Tú Bomba
Juguete del universo Lo más gran de aquello arrebatado al cielo No puedo odiarte
¿Odia el travieso rayo la mandíbula de un asno?
El abollado palo de un millón a.C. la maza la vara el hacha?
La catapulta Da Vinci el tomahawk de Cochise el pistolón de Kidd el puñal de Rathbone?
Ah y la triste y desesperada pistola de Verlaine Puskin Dillinger Bogart?
¿Y no tiene San Miguel una espada ardiente San Jorge una lanza David una honda?
Bomba eres tan cruel como el hombre que te hace y no eres más cruel que el cáncer
Todos los hombres te odian ellos preferirían más morir de un accidente de coche de un rayo ahogados
Cayendo desdes una azotea la silla eléctrica un ataque de corazón vejez vejez Oh Bomba Preferirían más morir de cualquier cosa que no fueras tú
El dedo de la Muerte
trabaja por si mismo......(de GREGORY CORSO, Bomba)

aqui los que nos silbaban, rebeldes vagabundos


Eran los años sesenta, clandestinos y hambrientos de caminos, con los mapas de los horizontes desdoblados sobre los grises duros de lo perdido, inconscientes como siempre que la piel se muda como la luz, jóvenes con la ignorancia fresca y la pasión tatuada por la generosidad, nos llegaba todo o casi todo como restos de un naufragio y es que la orilla sobre la que dibujabamos el mundo a cada instante, era la trastienda de un cementerio que los mayores nos ocultaban con el empeño de que fuéramos hombres de provecho.
Y poemas y música y las muchachas, mas bien, la piel de sus vuelos, nos llenaban las manos del corazón de promesas, sueños, inventos, itinerarios, partidas y regresos sobre fronteras llenas de países a ambos lados, con sus fabulosas lenguas que hacíamos nuestras por ósmosis. Y en algún momento, sin un solo policía que nos identificara por el olor a rabia y a insoportable inseguridad que el propio poder nos provocaba.
Y ahí estaban todos estos, a retazos, a trozos, a cachos, con los cuales les inventabamos del tamaño de nuestras cosas: rebeldes, incansables nómadas, fervorosos ateos, generosos hasta compartir las calles, leyendo a gritos todas las canciones de loa Tierra.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...