lunes, 20 de mayo de 2013

Szymborska: FOTOGRAFÍA DEL 11 DE SEPTIEMBRE

Szymborska poesía



FOTOGRAFÍA DEL 11 DE SEPTIEMBRE

Saltaron hacia abajo desde los pisos en llamas:
uno, dos, todavía unos cuantos
más arriba, más abajo.

La fotografía los mantuvo con vida,
y ahora los conserva
sobre la tierra, hacia la tierra.

Todos siguen siendo un todo
con un rostro individual
y con la sangre escondida.

Hay suficiente tiempo
para que revolotee el cabello
y de los bolsillos caigan
llaves, algunas monedas.

Siguen ahí, al alcance del aire,
en el marco de espacios
que justo se acaban de abrir.

Sólo dos cosas puedo hacer por ellos:
describir ese vuelo
y no decir la última palabra.


Wislawa Szymborska


Wislawa Szymborska nace el 2 de julio de 1923 en Bnin (Kórnik), en las proximidades de la ciudad polaca de Poznan. A los ocho años se traslada con su familia a Cracovia, ciudad en la que reside hasta la actualidad.
En la década de los cuarenta empieza a publicar en el diario Dziennik Polski, y más tarde en Zycie Literackie. Doctora Honorífica de la Universidad Adam Mickiewicz (Poznan) en 1995, al año siguiente se produjo lo que la propia poeta califica de “terremoto en su vida”: la obtención de los premios Club PEN polaco y, sobre todo, del Nobel de Literatura.
Ha publicado, entre otros, los siguientes libros de poemas: Por eso vivimos (1952), Preguntas a mí misma (1954), Llamando al Yeti (1957), Sal (1962), Mil alegrías – un encanto – (1967), Si acaso (1975), El gran número (1976), Gente en el puente (1986), Fin y principio (1993), Instante (2002), Dos puntos (2004) y Aquí (2009).


aceptando el premio nobel_

Se dice que en un discurso lo más difícil es siempre la primera frase... Pues ya la dije... Pero presiento que las que siguen van a ser igualmente difíciles, la tercera, la sexta, la décima, hasta la última, ya que debo hablar sobre poesía. Muy raras veces me he expresado acerca de este tema, casi nunca, y siempre con la convicción de que no lo hago muy bien. Por eso mi discurso no va a ser demasiado largo. Toda imperfección resulta más fácil de aguantar si se sirve en pequeñas dosis.
El poeta contemporáneo es escéptico y desconfía incluso -o más bien principalmente- de sí mismo. Con desgano confiesa públicamente que es poeta -como si se tratara de algo vergonzoso. En estos tiempos bulliciosos es más fácil que admitamos los vicios propios, con tal de causar efectos fuertes; mucho más difícil es reconocer las virtudes, ya que están escondidas más profundamente, y hasta uno mismo no cree tanto en ellas. En las encuestas o en los encuentros con amigos ocasionales, cuando el poeta se ve forzado a definir su profesión, acude al término genérico ``escritor'' o al de alguna otra profesión que adicionalmente ejerza. El empleado público o los eventuales compañeros de viaje reciben con cierta perplejidad e inquietud la noticia de que están tratando con un poeta. Sospecho que los filósofos también producen semejante inquietud. No obstante, ellos se encuentran en mejor situación, ya que generalmente pueden adornar su profesión con algún grado académico. Profesor de Filosofía -ya suena mucho más serio.
No existen profesores de poesía, lo que haría suponer que esta actividad requiere de estudios especializados, exámenes presentados en fechas precisas, disertaciones teóricas rematadas con bibliografía y notas y, finalmente, los diplomas recibidos con solemnidad. Todo esto, a su vez, significaría que para graduarse de poeta no bastarían las hojas de papel, aun cuando estuvieran llenas de excelentes versos, sino que se necesitaría, sobre todo, un papel con sello y firma. Recordemos que justamente ésta fue la razón por la que condenaron al destierro a Josef Brodsky, orgullo de la poesía rusa, quien más tarde fue galardonado con el Premio Nobel. A Brodsky se le clasificó como ``parásito'', por no contar con un certificado oficial que le permitiera ser poeta... Hace un par de años tuve el honor y la alegría de conocerlo en persona. Me di cuenta de que solamente a él, entre todos los poetas que he conocido, le gustaba llamarse a sí mismo ``poeta''; pronunciaba esta palabra sin conflictos internos y hasta con cierta desafiante desenvoltura. Pienso que se debía al recuerdo de las violentas humillaciones que sufrió en su juventud.

En países más dichosos, donde la dignidad humana no es transgredida tan fácilmente, los poetas, obviamente, quieren ser publicados, leídos y entendidos, pero ya no hacen nada o casi nada en su vida cotidiana para destacar entre la gente. Sin embargo, hace poco, en las primeras décadas de nuestro siglo, a los poetas les gustaba escandalizar con su ropa extravagante y con un comportamiento excéntrico. Aquellos no eran más que espectáculos para el público, ya que siempre tenía que llegar el momento en que el poeta cerraba la puerta, se quitaba toda esa parafernalia: capas y oropeles, y se detenía en el silencio, en espera de sí mismo frente a una hoja de papel en blanco, que en el fondo es lo único que importa.
Hay algo que resulta muy característico. Continuamente se filman películas biográficas sobre grandes científicos y artistas. La tarea de los directores más ambiciosos es mostrar en forma verosímil el proceso creativo que condujo a importantes descubrimientos científicos o a la creación de grandes obras de arte. Se puede, con aceptables resultados, mostrar el trabajo de algunos científicos: laboratorios, instrumentos diversos y aparatos puestos en marcha logran por unos momentos mantener la atención de los espectadores. Además, resultan muy dramáticas las escenas de suspenso, cuando un experimento repetido miles de veces logró dar finalmente, merced a una mínima modificación, con el resultado tan esperado. Espectaculares pueden ser las películas sobre pintores, ya que es posible reconstruir todas las fases de creación de un cuadro -desde la primera raya hasta la última pincelada. Las películas sobre los compositores se llenan con su música: desde los primeros compases, que el creador escucha en su interior, hasta la obra madura ya terminada y repartida entre varios instrumentos. Todo sigue siendo muy ingenuo y no dice nada sobre el extraño estado de ánimo que se conoce comúnmente como inspiración, pero por lo menos hay algo para ver y oír.

El peor de los casos es el de los poetas. Su trabajo resulta irremediablemente poco fotogénico. Uno permanece sentado a la mesa o acostado en un sofá, con la vista inmóvil, fija en un punto de la pared o en el techo; de vez en cuando escribe siete versos, de los cuales, después que transcurre un cuarto de hora, va a quitar uno y de nuevo pasa una hora en la que no ocurrirá nada_ ¿Qué clase de espectador podría soportar una cosa semejante?
He mencionado la inspiración. A la pregunta de qué cosa es, suponiendo que algo sea, los poetas contemporáneos responden de modo evasivo. Y no porque nunca hayan sentido los beneficios de este impulso interior, más bien se debe a otra causa: no es fácil explicar a los demás algo que ni siquiera se comprende bien.

Yo misma he evadido el asunto cuando me lo han preguntado. Y contesto lo siguiente: la inspiración no es privilegio exclusivo de los poetas ni de los artistas en general. Hay, hubo, habrá siempre un número de personas en quienes de vez en cuando se despierta la inspiración. A este grupo pertenecen los que escogen su trabajo y lo cumplen con amor e imaginación. Hay médicos así, hay maestros, hay también jardineros y centenares de oficios más. Su trabajo puede ser una aventura sin fin, a condición de que sepan encontrar en él nuevos desafíos cada vez. Sin importar los esfuerzos y fracasos, su inquietud no desfallece. De cada problema resuelto surge un enjambre de nuevas preguntas. La inspiración, cualquier cosa que sea, nace de un perpetuo ``no lo sé''.

La gente así es bastante escasa. La mayoría de los habitantes de esta tierra trabaja porque necesita conseguir los medios de subsistencia, trabaja porque no le queda de otra. No fueron ellos quienes por pasión escogieron su trabajo, son las circunstancias de la vida las que escogen por ellos. El trabajo mal querido, el trabajo que aburre, es respetado únicamente porque no resulta accesible para todos, y está situación constituye una de las más penosas desgracias humanas. No se vislumbra que los siglos venideros traigan un cambio feliz al respecto.
Así pues, tengo derecho a decir que aunque le estoy escamoteando a los poetas el monopolio de la inspiración, de cualquier manera los coloco en un grupo reducido de elegidos por la suerte.

En este punto pueden surgir ciertas dudas en los oyentes, si consideran que a los diversos verdugos, dictadores, fanáticos, demagogos que luchan por el poder con ayuda de un par de consignas gritadas en tono muy alto, también les gusta su trabajo y también lo llevan a cabo celosamente. Cierto, pero ellos sí ``saben''. Saben, y lo que saben una sola vez les basta para siempre. Ya no tienen curiosidad por saber más, puesto que podría debilitarse su fuerza de argumentación. De modo que cualquier tipo de saber del que no surgen preguntas muy pronto fenece, pierde la temperatura propicia para la vida. En casos extremos, como es bien conocido en la historia antigua y contemporánea, puede resultar mortalmente amenazador para las sociedades.

Por lo anterior, estimo altamente estas dos pequeñas palabras: ``no sé''. Pequeñas, pero dotadas de alas para el vuelo. Nos agrandan la vida hasta una dimensión que no cabe en nosotros mismos y hasta el tamaño en el que está suspendida nuestra Tierra diminuta. Si Isaac Newton no se hubiera dicho ``no sé'', las manzanas en su jardín podrían seguir cayendo como granizo, y él, en el mejor de los casos, solamente se inclinaría para recogerlas y comérselas. Si mi compatriota María Sklodowska-Curie no se hubiera dicho ``no sé'', probablemente se habría quedado como maestra de química en un colegio para señoritas de buena familia y en este trabajo, por otra parte muy decente, se le hubiera ido la vida. Pero siguió repitiéndose ``no sé'' y justo estas palabras la trajeron dos veces a Estocolmo, donde se otorgan los premios Nobel a personas de espíritu inquieto y en búsqueda constante.
También el poeta, si es un verdadero poeta, tiene que repetirse perpetuamente no sé. Con cada verso intenta responder, pero en el momento en que pone el punto final, le asaltan las dudas y empieza a advertir que su respuesta es temporal y en ningún caso satisfactoria. Entonces prueba otra vez y otra vez, para que a las sucesivas muestras de su insatisfacción consigo mismo los historiadores de la literatura las sujeten con un clip enorme para denominarlas La Obra.

A veces fantaseo con situaciones inverosímiles. Me imagino, por ejemplo, en mi osadía, que tengo la oportunidad platicar con Eclesiastés, autor de un lamento estremecedor sobre la vanidad de todas las empresas humanas. Me habría inclinado muy hondamente ante él, ya que es -por lo menos para mí- uno de los poetas más importantes. Pero luego lo habría cogido de la mano: ``Nada hay nuevo bajo el sol'', has escrito, Eclesiastés. Sin embargo, Tú mismo has nacido nuevo bajo el sol. Y el poema que has creado también es nuevo bajo el sol, ya que antes de Ti nadie lo había escrito. Y nuevos bajo el sol son tus lectores, puesto que los que vivieron antes que Tú no te podían leer. Y el ciprés, en cuya sombra te sentaste, no crece aquí desde el principio del mundo. Le dio origen otro ciprés, semejante al tuyo, pero no en todo igual. Y además te quisiera preguntar, Eclesiastés, ¿qué desearías escribir, ahora, de nuevo bajo el sol? ¿Algo con qué completar tus ideas, o tal vez tienes la tentación de negar algunas de ellas? En tu poema anterior concebiste también la alegría, y ¿qué hay del hecho de que resulte ser tan pasajera? ¿Tal vez sobre ella va a tratar tu nuevo poema bajo el sol? ¿Tienes ya algunos apuntes o primeros esbozos? Pues no dirás ``ya he escrito todo, no tengo nada que añadir''. Esto no lo puede decir ningún poeta, y mucho menos uno tan grande como Tú.

El mundo, a pesar de cualquier cosa que podamos pensar sobre él, espantados por su inmensidad y nuestra impotencia ante él, amargados por su indiferencia frente a los sufrimientos particulares de la gente, de los animales y tal vez de las plantas -ya que ¿de dónde proviene la certeza de que las plantas están libres de sufrimientos?-; a pesar de cualquier cosa que pensemos sobre sus espacios atravesados por la radiación de las estrellas, alrededor de las cuales se empieza a descubrir algunos planetas -¿ya muertos?, ¿todavía muertos?, no se sabe-; a pesar de cualquier cosa que pensáramos sobre este teatro inmenso, para el cual tenemos un billete de entrada pero su vigencia es ridículamente corta, limitada por dos fechas decisivas; a pesar de no sé qué cosa más que pudiéramos pensar sobre este mundo: es asombroso.

Pero en la expresión asombroso se esconde una trampa lógica. Nos causa asombro lo que sobresale de la norma conocida y comúnmente aceptada, de una obviedad a la cual estamos acostumbrados. Pues bien, un mundo así, obvio, no existe. Nuestro asombro es autónomo y no procede de ninguna comparación de ningún tipo.

De acuerdo, en el habla cotidiana, la cual no recapacita sobre cada palabra, usamos expresiones como la vida común, los acontecimientos comunes... Sin embargo, en la lengua de la poesía, donde se pesa cada palabra, ya nada es común. Ninguna piedra y ninguna nube sobre esa piedra. Ningún día y ninguna noche que le suceda. Y sobre todo, ninguna existencia particular en este mundo.
Todo indica que los poetas tendrán siempre mucho trabajo.


© The Nobel Foundation
 

domingo, 19 de mayo de 2013

este luns con VIDAL BOLAÑO E POEMAS DE MANUEL RIVAS




Roi Vidal, fillo de Roberto, afirma que este está a ser o ano do “antiteatro


Malia que o Día das Letras Galegas se dedique por vez primeira a un autor teatral, o fillo de Roberto Vidal Bolaño, Roi Vidal, afirma que este é o ano do “antiteatro”. En declaracións á axencia EFE, estase a “desorganizar” o que se conseguiu até agora no teatro profesional galego. 
caramuxo.com


ESTE LUNS, 20 FAREMOS UNHA INCURSÓN NA OBRA DE ROBERTO VIDAL BOLAÑO, E LEREMOS A MANUEL RIVAS.
A SEGUINTE ESCOLMA SERA DE POEMAS DA POETA POLACA WISLAWA SZYMBORSKA.


AQUÍ UN POEMA SEU.

EXEMPLO

A tormenta
arrincou onte á noite todas as follas da árbore
menos unha delas,
deixada
para que se columpiara soa na rama espida.


Neste exemplo
a Violencia demostra
que si,
que en ocasións lle gusta chancear.



EJEMPLO

La tormenta
arrancó anoche todas las hojas del árbol
menos una de ellas,
dejada
para que se columpiara sola en la rama desnuda.


En este ejemplo
la Violencia demuestra
que sí,
que en ocasiones le gusta bromear.

viernes, 17 de mayo de 2013

PROBE GALICIA...150 ANOS DE CANTARES GALEGOS


Probe Galicia, non debes
chamarte nunca española,
que España de ti se olvida
cando eres, ¡ai!, tan hermosa.
Cal si na infamia naceras,
torpe, de ti se avergonza,
i a nai que un fillo despreza
nai sin corazón se noma.
Naide por que te levantes
che alarga a man bondadosa;
naide os teus prantos erixuga,
i homilde choras e choras.
Galicia, ti non tes patria,
ti vives no mundo soia,
i a prole fecunda túa
se espalla en errantes hordas,
mentras triste e solitaria
tendida na verde alfombra
ó mar esperanzas pides,
de Dios a esperanza imploras.
Por eso anque en son de festa
alegre á gaitiña se oia,
eu podo decirche:
Non canta, que chora.

V   
«Espera, Galicia, espera»
¡Canto este grito consola!
Páguecho Dios, bon poeta,
mais é unha esperanza louca;
que antes de que os tempos cheguen
de dicha tan venturosa,
antes que Galicia suba
ca cruz que o seu lombo agobia
aquel difícil camiño
que ó pé dos abismos toca,
quisais, cansada e sedenta,
quisais que de angustias morra.
Págueche Dios, bon poeta,
esa esperanza de groria,
que de teu peito surxindo,
á Virgen-mártir coroa,
i esta a recompensa sea
de amargas penas tan fondas.
Págueche este cantar triste
que as nosas tristezas conta,
que soio ti... ¡ti entre tantos!,
das nosas mágoas se acorda.
¡Dina voluntad dun xenio,
alma pura e xenerosa!
E cando a gaita gallega
aló nas Castillas oias,
ó teu corazón pergunta,
verás que che di en resposta
que a gaita gallega:
Non canta, que chora.

domingo, 5 de mayo de 2013

UN REPASO A OS POEMAS E POETAS DA SEMANA DE POESÍA SALVAXE 2013


Os POETAS DECLARAMOS O ESTADO DE URXENCIA ANTE A A USURA E A MEZQUINDAD DO PODER
Caricatura de SIRO

A POESÍA VACUNANOS CONTRA A IMBECILIDADE E Ou MEDO

Os poetas contra a usura. A usura é o cancro do mundo, contra a servidume do diñeiro. A usura é pecado contra natura.

Canto pode custar un amencer ou un neno, canto diñeiro custa un río, un mar, un labirinto, un día de verán ou unha man, canto nos vai a custar a usura. Que se pode dicir co diñeiro que non sexa árida area, que deserto diredes que vén agora. En cantos idiomas querémosnos/querémonos, sóbrannos os idiomas para nomear a impostura, a usura ocupa o lugar das flores e os paxaros non cantan xa a primavera. Dá vergonza vivir na escombrera da usura, na escoria financeira apágase a luz das estrelas e as palabras tremen de vergonza. A luz enche a terra de recordos pero a usura fai estalar a nosa memoria, a dor do diñeiro chama á morte. Naceremos sen mans, a cobiza cortaranos as mans e cemiterios de usura serán as nosas cidades. Pero quédanos a palabra: a usura é pecado contra natura.

A usura é o mundo ao revés, no mundo da usura os lobos son os bos.
Usura obriga a pedir perdón por ser pobres. A pedir perdón por vivir. A usura parece querer dicirnos : Somos especialistas en gaiolas, si non temos a súa gaiola farémoslla mentres espera. Témolas tan discretas que vostedes apenas as notan, tamén as temos para discapacitados e para soldados mortos. Temos unha gaiola para cada un. A usura chámalle á humillación asistencia social, á mentira liberdade de expresión, ao converternos en cousas nivel de vida, ao despedimento reconversión, a volvernos tolos chámalle higiene mental, ao roubo economía nacional, ao espectáculo da confusión chámanlle publicidade e á tiranía democracia.

A usura traballa con eficacia, imponnos necesidades artificiais, abarrota a nosa vida de armatostes, acumula coñecementos para unha tecnoloxía subornada. A ciencia dedícase a estudar canto tempo quédalle ao planeta, porque é cuestión de tempo que haxa que abandonalo, que haxa que deixarllo aos miserables. A usura non deixa que sexamos felices, fainos insolidarios e non nos sentimos queridos e enchémosnos/enchémonos de odio.
Os poetas contra a usura. A usura é o cancro do mundo, é pecado contra natura.

Queridos amigos e amigas, compañeiros e compañeiras, aqui e hoxe, ignoramos aos malditos administradores da miserable abundancia. Saudámosvos un abril máis, un novo abril de cravos como puños.
O inverno foi longo, duro, frío...pero chegou a primavera, inevitable e xenerosa, encarnada de presentes cheos de porvir.
O duro inverno tamén é aliado dos que resistimos a adversa e estéril usura.
Sacámoslle partido, dános tempo para pensar, para atopar os nomes, para saber das raíces de tanta ignominia, de tanta falacia. Ábrenos o tempo da lumbre, dos fogares acesos, o tempo das longas conversacións nas súas longas noites, onde a tenrura e a pedra, a rama espida e o silencio, fecundan baixo as ardentes neves, as sementes que hoxe magníficas e furiosas énchennos de esperanza.
A poesía mece o mundo e fai do aire o colo dos voos.


A poesía é algo comunal é insumiso.
É un resto da índa non desmentida primeira, cega unidade; e por un intre pon o home ao
marxe do medo, inda dentro do medo, e salva como o amor.(De Uxio)
NUNCA EMPEÑAREMOS A NOSA PALABRA. Os poetas han de ser libres i estar máis alá de toda fidelidade proposta. E xa que ninguén resiste estar sempre nela, han de estar polo menos en disposición de ir ou de tornar á FRONTEIRA onde se fai o home novo...... A Poesía é UN MENESTER DE FRONTEIRA. (Uxio)

DEFENSA DE LA ALEGRÍA
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

Loa Da Dialéctica
Con paso firme paséase hoxe a inxustiza.

Os opresores dispóñense a dominar outros dez mil anos

máis.

A violencia garante: «Todo seguirá igual.»

Non se oe outra voz que a dos dominadores,

e no mercado grita a explotación: «Agora é cando

empezo.»

E entre os oprimidos, moitos din agora:

«Xamais se logrará o que queremos».

Quen aínda estea vivo non diga «xamais».

O firme non é firme.

Todo non seguirá igual.

Cando falen os que dominan,

falarán os dominados.

Quen pode atreverse a dicir «xamais»?

De quen depende que siga a opresión? De nós.

De quen que se acabe? De nós tamén.

¡Que se levante aquel que está abatido!

¡Aquel que está perdido, que combata!

Quen poderá conter ao que coñece a súa condición?

Pois os vencidos de hoxe son os vencedores de mañá

e o xamais se converte en hoxe mesmo.

Con usura se hincha la línea
con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos)
y nadie encuentra un lugar para su casa.

ONCE DE SEPTIEMBRE, por Cristina Peri Rossi


YO TAMBIÉN HACIA EL AMOR EL 11 DE SEPTIEMBRE

ONCE DE SEPTIEMBRE
                                 de CRISTINA PERI ROSSI

El once de septiembre del año dos mil uno
mientras las Torres Gemelas caían,
yo estaba haciendo el amor
El once de septiembre del año dos mil uno
a las tres de la tarde, hora de España,
un avión se estrellaba en Nueva York,
y yo gozaba haciendo el amor
Los agoreros hablaban del fin de una civilización
pero yo hacía el amor
Los apocalípticos pronosticaban guerra santa,
pero yo fornicaba hasta morir
–si hay que morir que sea de exaltación–
El once de septiembre del año dos mil uno
un segundo avión se precipitaba sobre Nueva York
en el momento justo en que yo caía sobre ti
como un cuerpo lanzado desde el espacio
me precipitaba sobre tus nalgas
nadaba entre tus zumos
aterrizaba en tus entrañas
y vísceras cualesquiera
Y mientras otro avión volaba sobre Washington
con propósitos siniestros
yo hacía el amor en tierra
–cuatro de la tarde, hora de España–
devoraba tus pechos tu pubis tus flancos
hurí que la vida me ha concedido
sin necesidad de matar a nadie
Nos amábamos tierna apasionadamente
en el Edén de la cama
–territorio sin banderas, sin fronteras,
sin límites, geografía de sueños,
isla robada a la cotidianidad, a los mapas
al patriarcado y a los derechos hereditarios–
sin escuchar la radio
ni el televisor
sin oír a los vecinos
escuchando sólo nuestros ayes
pero habíamos olvidado apagar el móvil
ese apéndice ortopédico
Cuando sonó
alguien me dijo: Nueva York se cae
ha comenzado la Guerra Santa
y yo, babeante de tus zumos interiores
no le hice el menor caso,
desconecté el móvil
miles de muertos, alcancé a oír,
pero yo estaba bien viva,
muy viva fornicando
¿qué ha sido? –preguntaste,
–”creo que Nueva York se hunde”, murmuré,
comiéndome tu lóbulo derecho,
“Es una pena”, contestaste
mientras me chupabas succionabas
mis labios inferiores
Y no encendimos el televisor
ni la radio el resto del día,
de modo que no tendremos nada que contar
a nuestros descendientes
cuando nos pregunten
qué estábamos haciendo
el once de septiembre del año dos mil uno,
cuando las Torres Gemelas se derrumbaron sobre Nueva York.

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