lunes, 30 de noviembre de 2009
la voces de todo el silencio
Leer y escuchar los poemas de Dylan Thomas es un autentico placer, es volar sobre una de las voces mas entrañables del siglo XX. Único en sus potentes imagenes, donde los mitos cotidianos de la infancia, de la aldea originaria, las imagenes sagradas que sin remedio empapan los sueños colectivos, aquellas melodías populares acarreando sin cesar el alma de la naturaleza y sus fuerzas siempre amenazantes o favorables, siempre como reto y sacrificio para el campesino, imagen hoy en ciernes de desaparecer, al menos en este estúpido tinglado que el capitalismo levanta, llenando de soledades y desolaciones nuestra vida cotidiana, ya que al no ser ocupado por otras estructuras que potentes, sostenga la emoción de vivir y morir sin pausa; las baladas de los poetas que le precedieron, W. Blake, Jhon Donne, Shakespeare... esa poesía en lengua inglesa tan autoabastecida como influyente, tan recóndita y sonoramente tradicional como universalista, Dylan Thomas se haré eco de todo ello y de la dimensión profética de los sermones que zarandeaban la inocencia y las ansias de pastorear las palabras, criarlas, domarlas, tallarlas, volarlas, rumiar y masticar su música y su silencio, la voz y la palabra como piel del mundo sera la materia prima de sus poemas.
Poemas que como el dijo, no los entendía ni su madre. No hay nada que entender, escucharlos es pavimentar los días con la carne de los misterios y las certezas que nos habitan, con la brutal bondad de la tierra.
Dice Dylan Thomas, literalmente, hablando de la oscuridad de su poesía: "esta oscuridad esta muy manida pues se basa en un simbolismo establecido que se deriva del significado cósmico de la anatomía humana"
Yo pienso que la poesía de Thomas nos cose con música a los huesos de la vida. Comerla con los oídos de inventar la vida y dejar que nos voltee la miseria y el miedo que tan feraz crecen en el corazón cercado por mezquinas inversiones en necios paraísos.
No hay mas paraíso que nuestra bondad, la máxima expresión de la inteligencia.
Sus poemas avalan lo inútil contra lo rentable, la generosidad de soñar juntos contra la manía estéril de hacer de la vida una pesadilla donde la abundancia es la expresión mas alta de la miseria.
Todos los poemas, la poesía, son producto de la destilación magnifica del dolor y de la muerte, de la ignorancia y del miedo. Es la voz de todo el silencio
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